Aquí en Miami nos quejamos de las nuevas generaciones de cubanos que están llegando desde la isla y muchas veces atacamos el lado equivocado del asunto, los atacamos directamente a ellos pasando por encima de la realidad que son el producto de cincuenta años de dictadura, de distorsión de la realidad, son productos del miedo y la simulación, han nacido con miedo, han nacido con el terror en los genes. El niño cubano, increiblemente desde muy pequeño sabe que "hay cosas que no se pueden decir", es un fenómeno para que lo analice Freud.La juventud cubana ha crecido completamente ciega y desinformada; primeramente han sido víctimas de un sistema educacional que les enseñó a leer y escribir solamente para que aprendieran una historia ficticia y si agregamos el silencio "protector" de sus padres acerca de la verdad, para no "buscarles problemas" entonces tenemos un ente completamente confundido, un ignorante universitario, un neófito orgulloso de su obscuridad mental. Y claro que nos resultan chocantes, y no soy un exilado de la "vieja guardia", yo nací muchos años después de la Revolución y el darme cuenta que vivía en un mundo secuestrado me trajo mucho dolor, yo creo que el deber primero del exilio sería brindarle a esta nueva generación de cubanos el calor de la bienvenida y en la medida de las posibilidades educarlos en vez de atacarlos, ellos no tienen la culpa de ser como son, ellos tambien son víctimas, ellos fueron niños fusilados frente a los pizarrones de adoctrinamiento.
--------------DIOS BENDIGA A CUBA--------------
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